Juan Santos Atahualpa

En el siglo XVIII, estallaron en el territorio del Virreinato del Perú protestas y rebeliones de la más diversa índole, que se originaron, indistintamente, por los abusos de los funcionarios reales y el mal gobierno de las autoridades virreinales. En especial, los corregidores fueron el centro principal de las quejas, ya que cometían una serie de abusos y excesos sobre la población indígena, en lo referente a la distribución del trabajo en las mitas, el cobro de los tributos y el repartimiento de mercaderías. Las reformas borbónicas, que implicaron el aumento de los impuestos y otras contribuciones, fueron otro factor agravante del descontento popular. Al principio, algunos curacas e indios principales creyeron que, enviando memoriales de quejas al monarca español, lograrían la atención de la Corona, para que rectificara las injusticias. Pero al constatar que esto no daba resultado, muchos de ellos tramaron rebeliones armadas, algunas abortadas antes de estallar y las que estallaron fueron debeladas por las fuerzas del virrey de la manera más brutal.

Juan Santos Atahualpa
Juan Santos Atahualpa

Protestas y rebeliones importantes

Estas fueron las más importantes protestas y rebeliones estalladas en el siglo XVIII

  • 1724-1736. La rebelión de los indios de Azángaro, Carabaya, Cotabambas y Castrovirreyna, quienes dieron muerte a sus corregidores, como reacción frente al abuso que cometían estos funcionarios. La rebelión fue cruelmente reprimida, siendo los indios masacrados, ajusticiados sin juicio, y condenados de por vida a las mitas de Potosí y Huancavelica, así como a los obrajes y panaderías.
  • 1722-1732. Protestas de Vicente Mora Chimo Cápac, curaca de Chicama (norte del Perú) y descendiente de los reyes chimúes e incas. Este personaje viajó sin autorización a España, donde presentó sucesivos memoriales ante el rey de España, reclamando justicia para los indios y quejándose de los funcionarios reales.
  • 1736. Protesta de los caciques de Paita. Estos, tras esquivar la rígida censura virreinal, lograron hacen llegar a la corte de Madrid un extenso memorial conteniendo denuncias y reclamaciones en favor de los indios.
  • 1737. Rebelión de Andrés Ignacio Cacma Condori y José Orco Huaranca, curacas pertenecientes a las antiguas panacas incas del Cuzco. En la conjura se hallaban implicados otros 17 curacas. Al producirse hechos violentos en Azángaro, las autoridades virreinales actuaron con gran rapidez, deteniendo a 89 indios principales del Cuzco, mientras que columnas milicianas armadas por los mercaderes entraban en Azángaro, donde, tras cometer excesos de todo tipo, apresaron a 39 indios sindicados como cabecillas de la rebelión. Todos los implicados fueron condenados a diversas penas: prisiones, mitas forzadas y a ración en las minas, obrajes y panaderías.
  • 1739. La conspiración de Oruro (Alto Perú), bajo el mando de Juan Vélez de Córdova. Este personaje se proclamó descendiente de los reyes incas y exigió a través de un “Manifiesto de agravios” el fin de la dominación española, fundamentando esta exigencia en el hecho que los funcionarios españoles se dedicaban solo a expoliar a las poblaciones, cuando el fin primordial de la dominación española había sido la evangelización. Poco antes de su estallido, el movimiento fue delatado; Vélez y otros cabecillas fueron capturados y ajusticiados.
  • 1742-1756. La rebelión de Juan Santos Atahualpa, caudillo mestizo que se proclamó descendiente de los Incas y tuvo el propósito expreso de restaurar el Imperio incaico y expulsar a los españoles. Al frente de las tribus selváticas, logró controlar un extenso territorio de la selva central del Virreinato del Perú, el llamado Gran Pajonal, llegando a amagar la sierra central. Si bien la rebelión no llegó a extenderse más allá de esos límites, tampoco pudo ser sometida por la autoridad virreinal. Juan Santos desapareció misteriosamente en 1756, desconociéndose la fecha y las circunstancias de su fallecimiento.
  • 1750. La revolución de Huarochirí. Encabezada por Francisco Inca y Pedro de los Santos, en protesta por los abusos y arbitrariedades de las autoridades virreinales. Los insurgentes tomaron la ciudad de Huarochirí, a cuyo corregidor ajusticiaron. Las fuerzas virreinales, al mando del Marqués de Monterrico, cercaron Huarochirí, donde los rebeldes resistieron con heroísmo, hasta ser derrotados. Los líderes de la revuelta fueron apresados; algunos fueron asesinados y otros llevados a Lima, donde fueron ajusticiados.
  • 1766. Movimiento de Quito, en la que participaron indios y mestizos, en protesta por el establecimiento de las aduanas. Se produjeron diversos motines y tumultos en dicha ciudad, a lo largo de dicho año. Desde Lima se enviaron tropas, para apaciguar a la población exaltada.
  • 1770. Movimiento de Sica Sica (Alto Perú). Los indios de dicha localidad dieron muerte al teniente del corregidor y atacaron con suma violencia el corregidor. La represión dejó como saldo cientos de indígenas masacrados.
  • 1771. Movimiento de Pacajes (Alto Perú). Los indios de dicha localidad dieron muerte a su corregidor y persiguieron a los coadjutores de estos. Igualmente fue reprimido severamente.
  • 1773. Protesta de Santiago de Chuco (en el actual departamento de La Libertad), protagonizada por indios y mestizos, por los exorbitantes precios de las mercaderías dadas en reparto por el corregidor. Como al año siguiente se renovaron estas protestas, las autoridades apresaron a los líderes visibles.
  • 1774. Rebelión de Chumbivilcas. Se originó cuando el corregidor de esta localidad apresó al curaca local por encabezar la protesta general contra los repartimientos de mercaderías. Los indios reaccionaron violentamente y dieron muerte al corregidor. El alzamiento fue aplastado con un saldo elevado de vidas.
  • 1774. Rebelión de los indios de la villa de Llata, contra los abusos del corregidor, al que dieron muerte.
  • 1776. Rebelión de los indios de Urubamba, que lograron expulsar a las autoridades coloniales. Estas regresaron con refuerzos militares y reprimieron a los rebeldes con extrema ferocidad.
  • 1780-1781. La rebelión de los hermanos Catari en el Alto Perú. Ellos eran Tomás, Nicolás y Dámaso Catari. Actuaron en relación con la revolución de Túpac Amaru II. Tomás Catari fue capturado por los españoles y despeñado el 15 de enero de 1781. Sus hermanos acabaron siendo sucesivamente delatados y apresados. Dámaso Catari fue ejecutado el 27 de abril y Nicolás Catari el 7 de mayo del mismo año.
  • 1780. Conspiración de los plateros en el Cuzco. Los plateros Lorenzo Farfán de los Godos, Ildefonso Castillo, Juan de Dios Vera, Diego Aguilar, Ascensio Vergara, José Gómez y Eugenio Cárdenas, se complotaron con el influyente curaca de Písac, Bernardo Tambohuacso Pumayali. Descubierta la conspiración, Farfán de los Godos y otros seis plateros fueron apresados y ajusticiados, en junio de 1780. Posteriormente fue capturado el curaca Tambowaqso, que fue ajusticiado el 17 de noviembre de 1780, días después del estallido de la revolución de Túpac Amaru II.
  • 1780-1781. La rebelión de José Gabriel Condorcanqui, Túpac Amaru II, sin duda, la más importante de este periodo, que estalló en Tinta el 4 de noviembre de 1780

Fuente: Wikipedia

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