Pachacútec fue un gran soberano y el noveno gobernante del estado Inca y quien lo convirtió de un simple curacazgo a un gran imperio: el Tahuantinsuyo.
Hijo del Huiracocha Inca y de la Coya Mama Runtu, Pachacútec desde muy joven mostró aptitudes para el gobierno y las conquistas; sin embargo, fue relegado injustamente en beneficio de Urco, un príncipe sin méritos suficientes.
Aunque no había sido designado como sucesor por su padre Huiracocha Inca, dirigió una defensa militar ante el belicoso ejército Chanca mientras que éste y su hijo Inca Urco habían huido del señorío. La victoria sobre los chancas hizo que Huiracocha Inca lo reconociera como su sucesor alrededor de 1438.
Contenido
Leyenda de los Pururaucas
Según el relato, en plena batalla con el ejército Chanca, los montículos de piedra, los cuyes, los huanacos y otros animales se hicieron reales por la voluntad de los dioses para favorecer a los incas, que obtuvieron la victoria.
Gobierno
Según la información recogida por varios cronistas, los historiadores aceptan comúnmente que el gobierno de Pachacútec se inició alrededor del año 1438 y terminó con su muerte alrededor del año 1471. Durante su gobierno, consolidó el Curacazgo Inca frente a amenazas de pueblos locales y lo transformó en el Tahuantinsuyo, iniciando una época imperial para los incas. Realizó varias expediciones conquistadoras y encargó otras a su hermano e hijo respectivamente. Por todo esto, su gobierno es reconocido como uno de los más exitosos en la historia de la América precolombina.
Muerte de Pachacútec
Murió naturalmente en pleno apogeo del imperio, fue reconocido y valorado como el más grande Sapa Inca por sus contribuciones a la expansión y consolidación del naciente Imperio inca. Su momia fue llevada en su tiana o asiento, cargada por los grandes señores hasta la plaza Aucaypata, donde se le rindió homenaje. Las exequias reales se iniciaron con el encuentro entre las momias de Pachacútecy Huiracocha Inca, su padre. El fallecido soberano fue vestido con suntuosas mantas y adornos de oro y plata, además de un tocado de plumas y un escudo de armas.
Finalmente su momia fue colocada en el centro de Tococache (actual barrio de San Blas, en Cusco) en un templo dedicado al trueno que él mismo mandó a edificar.
Sucesión de mando
La sucesión en el mando del Imperio inca, fue asumida por su hijo, Túpac Inca Yupanqui, con quien había co-gobernado durante los últimos años y quien había demostrado una gran destreza guerrera y conquistadora en las expediciones que Pachacútec le había encargado tanto hacia el norte como hacia el sur del territorio imperial. De este modo, sin ninguna objeción, Túpac Yupanqui se ceñiría la mascaipacha y asumiría por completo el gobierno del Tahuantinsuyo, tras la muerte y exequias reales de su padre.
Otras informaciones cuentan que el sucesor fue Amaru Inca Yupanqui, cuyo gobierno fue muy breve. Siendo reemplazado por su hermano Túpac Inca Yupanqui, por lo general Amaru Inca Yupanqui no es incluido en la lista de los gobernantes incas.