La insurrección de Tacna de 1811 fue un movimiento autonomista ocurrido en Tacna en junio de 1811 que proclamó la independencia del Perú contra el gobierno español del virrey Abascal, siendo Tacna la primera y la única ciudad que se levantó en 1811, anticipándose al avance de los ejércitos argentinos en el Alto Perú (actual Bolivia). No tuvo bandera propia ni usó la argentina.
Juan José Castelli había enviado emisarios y agentes a Arequipa y Tacna comunicando las noticias de su avance a los independentistas de ambas ciudades con la esperanza de recibir su apoyo mientras el general Manuel Belgrano envió al cacique Ramón Copaja a entablar comunicaciones con el ilustre criollo limeño Francisco Antonio de Zela para iniciar un alzamiento. El plan era que mientras las principales fuerzas realistas combatían el avance de Castelli, Zela alzaría la región sur del Perú dejándolas aisladas y sin apoyo. Este, junto al tacneño José Gómez, el sacerdote Juan José de la Fuente y el cacique Toribio Ara organizaron una pequeña tropa que depuso al subdelegado realista local sin derramar sangre. Fue entonces que Zela declaró su adhesión al gobierno de Buenos Aires y el deseo de independencia del Perú.
Pero el 20 de junio Castelli fue derrotado por José Manuel de Goyeneche en la batalla de Guaqui forzando a retroceder lo que significó la condena del movimiento republicano4 ya que quedaba de este modo aislado.5 Mientras que Zela, el mismo día y desconociendo lo sucedido, asaltó con sus hombres los dos cuarteles militares de Tacna, proclamándose comandante militar de la plaza y a Rabino Gabino Barrios, coronel de milicias de infantería, y al curaca Toribio Ara, comandante de la división de caballería. Cuatro días después tenían más de 1000 hombres procedentes de Tarata, Sama, Ylabaya y Locumba.
Pero el día 25 del mismo mes llegaron a Tacna las noticias de la victoria realista en Guaqui, lo que provocó un gran desconcierto entre los rebeldes. Los realistas aprovecharon la situación para desbaratar el movimiento y arrestar a Zela, quien fue llevado Lima donde fue condenado a cadena perpetua en la cárcel de Chagres, Panamá, donde falleció el 18 de julio de 1819, a los 50 años de edad