Francisco Morales Bermúdez nació en Lima, 4 de octubre de 1921, es un político y militar peruano que fue Presidente de facto de la República del Perú desde 1975 hasta 1980, en la denominada «segunda fase» del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas.
Cuando se produce el golpe de Estado del general Juan Velasco Alvarado en 1968, Francisco Morales Bermúdez ostentaba el grado de General de División, siendo designado Jefe del Estado Mayor, cargo que ejerció desde 1969 hasta 1974.
Fue Presidente del Consejo de Ministros (1974), Ministro de Guerra (1975) y Comandante General del Ejército (1975).
El Tacnazo
Como Comandante General del Ejército Francisco Morales Bermúdez el 29 de agosto de 1975 encabezó el Tacnazo, un incruento golpe de estado contra el presidente Juan Velasco Alvarado, desde la ciudad de Tacna, en el extremo sur del país.
Lanzó un manifiesto al país, el cual estaba respaldado por los jefes de todas las regiones militares, por la Marina de Guerra, la Fuerza Aérea y las Fuerzas Policiales. Su propósito explícito era «eliminar los personalismos y las desviaciones» que el proceso revolucionario venía sufriendo.
En la tarde de ese mismo día Juan Velasco Alvarado abandonó Palacio de Gobierno y se marchó pacíficamente a su residencia de Chaclacayo. Oficialmente, se le consideró «relevado» del alto mando.
Al día siguiente Francisco Morales Bermúdez se autoproclamó Presidente de la República del Perú como Jefe de Estado en la «Segunda fase» del Proceso Revolucionario de las Fuerzas Armadas.
Gobierno de Francisco Morales Bermúdez
Inicialmente, el nuevo gobierno proclamó que su intención era continuar y profundizar el «proceso revolucionario». Sin embargo, a esas alturas, este ya se hallaba muy desgastado. La postración de la economía no permitía ya más experimentos revolucionarios.
Francisco Morales Bermúdez dio entonces a conocer su propósito de corregir los excesos que había incurrido su predecesor en el «proceso revolucionario», extremos que responsabilizó a la izquierda radical, cuya influencia se propuso desterrar. El Sistema Nacional de Apoyo a la Movilización Social SINAMOS fue desactivada. Uno tras otros los generales más ligados a Velasco fueron pasando retiro, y los políticos velasquistas más acérrimos fueron retirados de las funciones públicas.
Se autorizó el retorno de los exiliados, incluido el ex presidente Fernando Belaúnde Terry y se indultó a otros líderes acciopopulistas, hasta entonces perseguidos por supuestos delitos.
Se dispuso la reaparición de las revistas clausuradas, mas no se devolvió a sus propietarios los diarios confiscados bajo Velasco. En general, las restricciones a las libertades públicas se mantuvieron, aunque ya sin los extremos del velascato.
En el plano económico continuó la crisis financiera, caracterizada por las continuas devaluaciones. El gobierno buscó promover la inversión privada, tratando de recuperar la confianza de los inversionistas extranjeros; además en su gobierno se disminuyeron los subsidios. A mediados de 1976 se produjo una fuerte devaluación monetaria que obligó a suspender las garantías constitucionales y a imponerse el llamado «toque de queda» (julio de 1976). Durante meses, los habitantes de Lima debían recogerse a sus domicilios antes de las once de la noche.
El 19 de julio de 1977, se dio un paro nacional impulsado por la CGTP, central sindical, que reclamaba un aumento general de sueldos y salarios de acuerdo con el alza del costo de vida. El paro contó con el apoyo masivo de la población, indistintamente se simpatizara o no con las fuerzas convocantes, y significó en sí el repudio unánime hacia el régimen militar. Lima quedó paralizada durante 24 horas de un modo nunca antes visto. Luego vinieron diversas movilizaciones nacionales.
Ante el malestar social el gobierno convocó a elecciones generales para la conformación de una Asamblea Constituyente no solo por la presión de las marchas y huelgas de la población, sino porque ya tenía planeado poner un límite de tiempo al llamado «gobierno revolucionario» y entregar el poder, tal como lo contemplaba el «Plan Túpac Amaru» elaborado por él mismo en reemplazo del anterior «Plan Inca».
Estas elecciones contaron con la participación de las fuerzas políticas del país, a excepción de Acción Popular, el partido de Belaunde, que exigía el retorno inmediato de la democracia sin necesidad de cambio de Constitución. Los representantes electos en la Asamblea se reunieron el 28 de julio de 1978 y eligieron presidente de la misma al líder aprista Víctor Raúl Haya de la Torre. Luego pasaron a discutir y redactar la Constitución de 1979.
Siguiendo el plan del retorno a la democracia y de acuerdo a la nueva carta constitucional, se convocaron a elecciones generales para elegir democráticamente a un Presidente de la República y a los representantes de un Congreso bicameral. Estas se realizaron el 18 de mayo de 1980. El escrutinio dio por vencedor a Fernando Belaúnde Terry, el mismo que había sido defenestrado por el golpe de Estado de Velasco de 1968 y que recuperaba así la presidencia, la misma que asumió el 28 de julio de 1980.