Luis Miguel Sánchez Cerro

Luis Miguel Sánchez Cerro nació en Piura, 12 de agosto de 1889, fue un militar y político peruano, que ocupó la presidencia del Perú en dos ocasiones: la primera, del 27 de agosto de 1930 al 1 de marzo de 1931, como Presidente de una Junta de Gobierno instalada luego que derrocara al presidente Augusto Bernardino Leguía; y la segunda, como Presidente Constitucional, luego de ganar unas reñidas elecciones en 1931, a la cabeza de su partido, la Unión Revolucionaria.

Fue el primer presidente con rasgos indígenas y el único presidente afro descendiente de nuestro país. Sus antepasados fueron esclavos negros de Madagascar que pertenecían a la tribu de los manganches en Piura.

Luis Miguel Sánchez Cerro no cumplió su período constitucional pues murió a manos de un militante del partido aprista, organización a la que había proscrito por sus actividades subversivas, aunque no se ha determinado si fue víctima de un acto individual o de un complot.

Golpe de Estado contra Leguía

El 22 de agosto de 1930, Luis Miguel Sánchez Cerro, encabezando la guarnición de Arequipa, se sublevó contra el gobierno de Leguía. El pronunciamiento respectivo fue redactado por el jurista arequipeño José Luis Bustamante y Rivero (que años después se convertiría en presidente constitucional del Perú).

El movimiento revolucionario se propagó rápidamente por el sur del país. También en Lima el ambiente era favorable para la revolución. Para dominar la situación, Leguía pretendió formar un gabinete militar, pero en las primeras horas de la madrugada del 25 de agosto la guarnición de Lima solicitó su renuncia.

Leguía aceptó y renunció el mando, que quedó en manos de una Junta Militar de Gobierno presidida por el general Manuel María Ponce Brousset. Como medida de protección se trasladó a Leguía al buque Almirante Grau, en donde debería ser conducido al extranjero.

Sin embargo, poco después, ante la exigencia de los revolucionarios de Arequipa, Leguía fue tomado prisionero a bordo del buque y obligado a desembarcar. Se decretó el receso del Congreso y la amnistía general.

El 27 de agosto llegó a Lima, vía aérea, el comandante Luis Miguel Sánchez Cerro, siendo recibido apoteósicamente. En el acto constituyó una Junta Militar de Gobierno bajo su presidencia.

Leguía fue trasladado prisionero a la Penitenciaría. Se produjeron en Lima grandes manifestaciones populares y el asalto a la casa del ex presidente y los principales miembros de su régimen.

El levantamiento de Luis Miguel Sánchez Cerro fue uno de varios que se dieron en todo el país; sin embargo, fue elegido por los insurrectos para que asumiera la dirección del país. Dado este acontecimiento ganó popularidad en todo el país, pues el gobierno dictatorial de Leguía había visto reducida su aprobación en un contexto de crisis económica mundial.

Presidente de la Junta de Gobierno (1930-1931)

La Junta de Gobierno presidida por Luis Miguel Sánchez Cerro gobernó del 27 de agosto de 1930 al 1 de marzo de 1931. Fue un período especialmente crítico para el país.

La crisis económica mundial que estalló en 1929 repercutió durante el final del gobierno de Leguía y durante el gobierno de la junta de Luis Miguel Sánchez Cerro. Cayeron los precios de los productos de exportación como algodón, lana, azúcar, minerales.

La moneda disminuyó su poder adquisitivo, se produjo la restricción en materia de créditos, el comercio de importación disminuyó notablemente debido a la falta de capital y los ingresos fiscales sufrieron una merma considerable. Cayeron muchas entidades financieras y de crédito, como el Banco Perú y Londres. La desocupación fue incrementándose mes a mes.

La crisis económica ocasionó naturalmente el descontento social. Ocurrieron disturbios obreros en Talara, Cerro de Pasco y La Oroya, instigados por los partidos izquierdistas recientemente aparecidos, y que fueron severamente reprimidos. En el puente de Mal Paso, cerca de La Oroya, murieron muchos obreros a manos de la policía. En Oyolo (departamento de Ayacucho) hubo un choque sangriento entre la policía y los indígenas.

Ocurrieron también conflictos estudiantiles que culminaron con la captura de la Universidad de San Marcos por los estudiantes, los que fueron desalojados por las fuerzas del gobierno ocasionando la muerte del estudiante de medicina Guido Calle, el 4 de febrero de 1931.

Presidente Constitucional de la República (1931-1933)

Luis Miguel Sánchez Cerro inauguró su gobierno el 8 de diciembre de 1931, contando con mayoría parlamentaria. Su grupo político era la Unión Revolucionaria, en el que descollaba el doctor Luis A. Flores. El Congreso lo ascendió al grado de General de Brigada y pasó a discutir una nueva Constitución, que fue promulgada el 9 de abril de 1933.

El nuevo gobierno se inició contando con una intensa oposición del partido aprista, que desconoció su triunfo. Estuvo por eso lleno de incidencias políticas que derivaron en acciones sangrientas e hicieron vivir al país un período de profunda intranquilidad que impidió la acción eficaz tanto del gobierno como de los particulares, al impedir que el país se repusiera de la crisis económica que lo agobiaba.

Ante esta situación, el Congreso aprobó leyes severas, entre ellas una llamada Ley de Emergencia, que dio al gobierno poderes especiales para reprimir a los opositores, en especial a los apristas, aunque también a los comunistas (después los militantes de la Unión Revolucionaria acuñarían el término de aprocomunista para confabular a ambos grupos políticos).

La violencia de la lucha política llevó al gobierno a apresar y deportar a los principales líderes apristas y a los 23 integrantes de la célula parlamentaria aprista.

Una serie de sucesos sangrientos ocurridos en un breve lapso de tiempo dan una idea de la terrible crisis en la que se debatió por entonces el país:

  • Un atentado criminal contra la vida del Presidente de la República en la Iglesia de Miraflores, por obra de José Melgar Márquez, un joven militante aprista (6 de marzo de 1932). Sánchez Cerro sufrió un disparo de bala que le perforó un pulmón, pero se recuperó al cabo de un mes. El autor material del atentado fue juzgado y condenado a muerte, pero se le conmutó la pena por la de encierro.
  • Una rebelión de marineros en los buques de la escuadra en el Callao (7 de mayo de 1932). Fue reprimida cruentamente, y tras ser sometidos a una corte marcial, fueron fusilados ocho marineros, ante la presencia del ministro de Gobierno, Luis A. Flores. A raíz de esta sublevación, fue clausurada la Universidad Mayor de San Marcos, pues se vinculó a los estudiantes con la propaganda subversiva que alentara a los marineros a rebelarse.
  • Una sublevación fomentada por los apristas en Trujillo, el 7 de julio de 1932, la llamada revolución aprista de Trujillo. Los sublevados asaltaron el cuartel O’Donovan y secuestraron a varios oficiales del Ejército. Agustín Haya de la Torre, hermano del líder aprista, asumió como prefecto del departamento. Desde Lima el gobierno envió nutridas fuerzas, incluida la aviación, y reprimió severamente la rebelión. La ciudad fue tomada casa por casa. Antes de huir a la sierra, un grupo de apristas descontrolados asesinaron a los oficiales que se hallaban prisioneros en el cuartel O’Donovan, lo que motivó la feroz represión de los militares. En Huari y en Huaraz (Ancash) estallaron otras rebeliones que igualmente fueron reprimidas.
  • Una sublevación militar en Cajamarca encabezada por el comandante Gustavo Jiménez, quien se proclamó Jefe Supremo de la República, pero fue vencido en Paiján y se quitó la vida disparándose un tiro en la cabeza (14 de marzo de 1933).

No sin razón el año 1932 ha sido denominado como el «año de la barbarie». El Perú se debatía en medio de una grave crisis política y social.

Asesinato de Luis Miguel Sánchez Cerro

En la mañana del 30 de abril de 1933 Luis Miguel Sánchez Cerro pasó revista a las tropas que iban a combatir en el conflicto armado con Colombia y que estaban reunidas en el Hipódromo de Santa Beatriz (hoy Campo de Marte, en el distrito de Jesús María de la capital peruana).

Al retirarse en su vehículo descapotado y con escolta, un individuo armado con una pistola FN M1900 se precipitó hacia él y subiéndose al estribo del carro le disparó por la espalda varios tiros.

Herido de gravedad, Luis Miguel Sánchez Cerro fue llevado de emergencia al Hospital Italiano (que quedaba en la avenida Abancay) y tras 2 horas de agonía falleció; era la 1:10 p.m. Sobre su asesino (que fue victimado en el acto por la tropa presente), se supo que se llamaba Abelardo Mendoza Leyva, que era natural de Cerro de Pasco, que sobrevivía en la capital de empleos eventuales, y que años atrás se había afiliado al partido aprista.

Según la historiadora Margarita Guerra, «muy pocos dudaron de la responsabilidad directa de la dirigencia del APRA en la consumación del crimen, y los apristas, los descentralistas, y algunos otros grupos, consideraron que la muerte del presidente era el correlato necesario a las masacres de los apristas de Trujillo, Chocope y otros pueblos».

El Congreso llamó al Ejército a poner orden y eligió ese mismo día al general Óscar Raimundo Benavides para que terminara el período presidencial de Luis Miguel Sánchez Cerro (que debió culminar en 1936). Uno de los primeros actos del nuevo gobierno fue el arreglo de la paz con Colombia.

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