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Gobierno del virrey Francisco Gil de Taboada y Lemos(1790-1796)
- Llegó al Perú la expedición de Alejandro Malaspina, que dio la vuelta al mundo.
- La Intendencia de Puno fue reincorporada al Perú, después de estar en manos del Virreinato del Río de la Plata durante 20 a;os.
- En 1791, se realizó un censo general del Virreinato. Lima tenía 52 mil habitantes.
- Protegió a las letras y la instrucción pública.
- Auspició la publicación de la Gaceta de Gobierno, El Diario Erudito y Económico, El Mercurio Peruano y La Guía de Forasteros.
- Apoyó a la Academia de Bellas Letras y su tertulia poética.
Biografía
Nació en el seno de una distinguida familia gallega, sus padres fueron Diego Felipe Gil de Taboada y Villamarín, señor de Dés, y María Josefa de Lemos y Rois.
Francisco Gil de Taboada ingresó a los dieciséis años en la marina, en cuyo servicio navegó por todos los océanos y adquirió pronto sobrada experiencia y conocimientos para ser promovido a los grados superiores del escalafón de la Armada. Ya con el grado de capitán de fragata comandó una expedición a las Islas Malvinas, cuya gobernación asumió entre 1774 y 1777. Ascendido de nuevo a brigadier (1781) y a jefe de escuadra (1782), en 1788 el ministro de Indias, Antonio Valdés, lo nombró virrey, gobernador y capitán general del virreinato de Nueva Granada, así como presidente de la Audiencia de Santa Fe de Bogotá. Durante su mandato Gil de Taboada intentó en lo posible sanear la hacienda, persiguió el contrabando y reprimió el levantamiento de los indios de La Guajira, afectados por el control del tráfico ilegal.
Virrey del Perú
En 1789 fue promovido a teniente general, y con ese grado fue nombrado virrey del Perú (1790-1796), cargo que empezó a ejercer oficialmente en Lima en 1790. Gil de Taboada espoleó el crecimiento económico mediante el apoyo que prestó a la Sociedad Económica de Amigos del País y la creación de un Colegio de Minería que dinamizó la explotación de las minas de plata de Potosí. Construyó nuevas vías de comunicación, exploró el curso del alto Amazonas, permitió el asentamiento de nuevas comunidades y misiones franciscanas y mandó confeccionar un censo de población (1790-1792).
Impulsó asimismo las ciencias y la educación con la fundación del Estudio de Anatomía del hospital de San Andrés (1792), de la Real Academia de Náutica de El Callao (1794) y de la cátedra de Botánica de la Universidad de San Marcos (1796), y promovió la circulación de la prensa: en aquellos años se fundaron El Mercurio Peruano (1791), Diario Erudito y Comercial (1791), la Guía Política Eclesiástica y Militar del Virreinato del Perú (1793) y la Gaceta de Lima, que siguió publicándose hasta 1821.
Todo ello dio a su gobernaduría un sesgo claramente ilustrado y reformador, lo que contribuyó sin duda al esplendor cultural del Perú en los últimos años de su pertenencia a España. También es cierto que su eficaz sistema de policía impidió la llegada de noticias sobre la Revolución Francesa que acababa de estallar (1789). En 1796, finalizado su mandato, fue sustituido por Ambrosio O’Higgins, marqués de Osorno.
Regreso a España
Al regresar a España pasó a formar parte del Consejo Supremo de Guerra, amén de desempeñar otros cargos en la Marina, hasta que en 1799 fue nombrado director general de la Armada (1799-1807). En 1805 fue designado ministro de Marina, con el grado de capitán general.
A raíz del Motín de Aranjuez y el inicio de la Guerra de la Independencia española (1808-1814), Francisco Gil de Taboada formó parte de la Junta de Gobierno constituida por el rey Fernando VII en 1808, y como tal se opuso al general bonapartista Joachim Murat, se mantuvo fiel a la dinastía borbónica y se negó a reconocer a José I Bonaparte como rey de España, por lo que dimitió de su cargo. Estaba en posesión de los títulos de caballero de la Orden de San Juan de Jerusalén y de la Orden de Malta.